Las oportunidades y los retos derivados de esta transición gravitan en torno a tres puntos centrales: la gobernanza, el compromiso de la comunidad y el acceso al espacio público.
- El sector cultural parece interesado y proclive a adoptar modelos de gobernanza más horizontales.
- El público ya no se considera un receptor pasivo de la obra artística, sino un participante activo que debe implicarse en el proceso de creación.
- Las intervenciones culturales y artísticas en los espacios públicos se ven obstaculizadas por la creciente privatización y mercantilización del espacio urbano, el endurecimiento de la normativa y las prácticas excluyentes.